1) Apertura.
· Eliminación
o reducción de las barreras de acceso a los cursos o nivel de estudio.
· Diversificación
y ampliación de la oferta de cursos.
· Oportunidad
de formación adaptada a las exigencias actuales y a las personas que, por
una multitud muy diversa de motivos, no pudieron recibir un tipo de
enseñanza que ahora sí pueden realizar.
2) Flexibilidad.
· Ausencia
de rigidez en cuanto a requisitos de espacio (¿dónde estudiar?).
· Combinación
eficaz de estudio y trabajo para muchos alumnos (en especial alumnos
universitarios).
· Ausencia
de ruptura del alumno con su ambiente profesional, cultural y familiar.
· Formación
fuera del contexto del aula.
3) Eficacia.
· El
alumno, centro del proceso de aprendizaje y sujeto activo de su formación ve
respetado su
· propio
ritmo de aprendizaje.
· Formación
teórico-práctica, relacionada con la propia experiencia del alumno que se
encuentra en contacto directo con su actividad profesional que, a su vez, será
mejorada.
· Contenidos
elaborados por especialistas (que serán, a su vez, tutores) que lo serán también
en la utilización de recursos tecnológicos y multimedia.
· Frecuente
comunicación bidireccional que garantiza un aprendizaje dinámico e innovador.
· No
"enseña" únicamente conocimientos, sino que enseña a "aprender a
aprender".
4) Formación y atención permanente y
personal.
· Actividad
de alumno. Se favorece el desarrollo de la iniciativa, de actitudes, de
intereses, de hábitos educativos en el alumno.
· Capacitación
para el trabajo y superación del nivel cultural de cada alumno.
· Atención
a las demandas, intereses y aspiraciones de diversos grupos por medio de
actividades de formación y seguimiento de la misma adaptadas.
5) Economía.
· Reducción
de costos en relación con el sistema de enseñanza presencial al eliminar
pequeños
· grupos,
al evitar gastos de residencia, locomoción, etc. en los alumnos, al evitar el
abandono del lugar de trabajo para un tiempo de formación, etc.
· Los
altos costos iniciales son reducidos tras un corto rodaje.